Profesor: Raul Jimenez Escorial.
Fecha: 4 de Julio de 2018
Efecto:
Un espectador elige una carta, la firma, la devuelve a la baraja y el mago la pierde entre el resto, envuelve todas con una hoja de periódico, coge un objeto punzante (una pequeña daga o cuchillo por ejemplo), atraviesa la hoja del periódico y las cartas dejando caer estas a la mesa, y caen todas menos una, la firmada, que está atravesada por la daga.
Material:
Una baraja, un pequeño cuchillo o daga (sin filo, que no corte), una hoja de periódico o similar y un rotulador.
Desarrollo:
El mago saca a un espectador de entre el público, lo sitúa a su izquierda y le ofrece que coja la baraja y la mezcle. Una vez mezcladas se le pide que coja una carta, se la quede y devuelva el resto al mago.
Posteriormente se solicita que enseñe la carta a todos, mago incluido, y a continuación se le da un rotulador para que la firme. Ya con ella firmada, el mago dice que esa carta es como el propio espectador, en el sentido de que es singular, no hay otra igual en el mundo, porque ninguna otra lleva su firma.
Se pide al espectador que la ponga entre la baraja que sujeta el mago, este la muestra al resto de espectadores para que vean que está entre las cartas sobresaliendo de ellas, la empuja para introducirla pero lo hace con una pequeña inclinación para poder hacer un break con el meñique cuando está entrando entre todas las demás. Ya con ella controlada la lleva a posición superior, con un doble corte por ejemplo.
A continuación cogemos la hoja de periódico y decimos que vamos a envolver la baraja con ella, colocamos las cartas junto a la hoja, mostramos la posición a todos los espectadores y cuando empezamos a envolver, cuidando de tapar el movimiento con el periódico, deslizamos la carta superior en vertical sobre la baraja, quedando esta doblada sobre ella, tal como se muestra en la siguiente imagen.
Terminamos de envolver con la hoja de periódico, cogemos la daga y pedimos al espectador que sujete bien la baraja, de tal forma que podamos introducir la daga por el lado que está cubierto por la carta elegida. Con mucho cuidado de no deslizar la daga, para que no haya posibilidad de accidentar al espectador, la vamos introduciendo a través del papel y atravesamos la carta elegida que se quedará incrustada en la daga que atravesará sin romper por medio del resto de cartas. Pedimos al espectador que suelte la hoja de papel y las cartas y estas caerán a la mesa.
Puede ser recomendable, para evitar riesgos innecesarios, que sea el propio mago el que sujete las cartas y el cuchillo y lo introduzca a través del papel.
En cualquier caso, sea quien sea el que sujete la baraja envuelta, es absolutamente necesario que el objeto usado para atravesar papel y carta no tenga nada de filo, que no corte nada, sólo que tenga un poco de punta.
Con todas las cartas en la mesa le pedimos que busque la que firmó, no la encuentra y entonces rasgamos el papel que aún sigue sujeto por la daga para retirarlo y aparece la carta elegida y firmada, atravesada por la daga.