Agua y aceite

Agua y aceite.

Profesor: Manu Vera.
Fecha: 25 de Octubre de 2017.

Téncina:
Carta corrida.

La posición de carta corrida se realiza con el dedo pulgar sobre un lado largo de la baraja y el resto de los dedos en el otro lado largo.

La baraja se pone en vertical en la mano izquierda  para mostrar la carta y luego se lleva a horizontal para que en esta posición el  espectador ya no la vea. Con la yema del meñique y el anular se desliza la carta inferior sobresaliendo por el lado corto interior.

Con el índice derecho sacamos boca abajo la segunda carta inferior (supuesta primera que el espectador vió cuando la baraja estaba en vertical) y la colocamos boca abajo, generando como efecto que hemos sacado la carta inferior.


Efecto:
Se mezclan ocho cartas (cuatro rojas y cuatro negras) tomadas una a una, roja, negra, roja, negra, roja, negra, roja, negra y con un gesto mágico, los colores se separan, apareciendo las rojas todas juntas en un lado y las negras todas juntas en el otro.

Método:
Explicamos que no vamos a hacer un juego, sino un experimento, ya que las cartas sirven para algo más que para jugar. El experimento va a consistir en simular el efecto que se produce entre el agua y el aceite cuando se juntan en un recipiente y se agitan, y como cuando esto ocurre ambos líquidos aparecen mezclados pero una vez se dejan en reposo, agua y aceite se separan.
Diremos que un color de cartas simulan al aceite, por ejempo las rojas y otras al agua, por ejemplo las negras.

Juntamos ocho cartas con los colores separados (4 y 4), rojo en inferior y negro en superior.
Mostramos en posición de carta corrida las cartas, viéndose la carta inferior. De una en una en una vamos mostrándolas en vertical, cambiando la baraja a horizontal y depositando la inferior en la mesa boca abajo, vamos repitiendo esto con las tres primeras cartas, centrando nuestra vista en la baraja mientras explicamos que estamos colocando en un montón las cartas de un color. 

En la cuarta carta, la mostramos en vertical (es la última roja que nos queda en la mano) y al pasar a la posición horiizontal levantamos la mirada y decimos que en este momento estamos colocando todas las rojas y preguntaremos a algún espectador "¿que representan a?..." .Con esta explicación y posterior pregunta estamos enviando la atención a otro lado mientras disimuladamente en la posición vertical estamos deslizando con la técnica de carta corrida la carta inferior y sacamos la segunda carta inferior, que es negra y la ponemos boca arriba tranquilamente en el pack que está encima de la mesa.

A continuación, mientras el espectador nos está contestando a nuestra pregunta colocamos tranquilamente la carta siguiente desde posición horizontal en otro pack que será el de las cartas negras pero esta primera carta que colocamos es la que está en la parte inferior de la mano y que es la carta roja que deslizamos anteriormente para evitar colocarla en el pack de las rojas. Cuando hayamos hecho esto continuamos como anteriormente, mostrando cartas en vertical y pasando a horizontal para seguir colocando el resto de las cartas boca abajo en el segundo pack.

El primer pack lo habremos colocado a nuestra izquierda y el segundo a la derecha. y estará compuesto el primero por tres cartas rojas en la parte inferior y una negra en la superior y el segundo pack tendrá una carta roja en la parte inferior y tres cartas negras en la parte superior.

Ahora mezclamos las cartas colocándolas en un sólo paquete, para ello cojemos la primera carta de la derecha y sobre ella colocamos la primera de la izquierda, y así seguimos cogiendo de la derecha y luego de la izquierda hasta tener las ocho en un solo paquete.

Para la formación del único paquete (descrito en el párrafo anterior), indicamos que vamos a mezclar las cartas, y empezamos diciendo "una de un paquete y otra de otro...." mientras colocamos las dos cartas primeras, haciendo énfasis (sin exagerar, con naturalidad) que una carta viene de un paquete y otra de otro, por tanto estamos mezclando y evitando mostrarlas, ya que en realidad una de ellas está en un paquete que no le corresponde, continuamos con los dos siguientes pares de cartas y ahí si podemos enseñarlas diciendo "una roja y una negra, ..." pero al llegar a las dos últimas nuevamente las colocamos sin mostrar, las ponemos directamente diciendo cualquier cosa por ejemplo "y con estas dos ya están todas mezcladas..."

El nuevo paquete lo extendemos sobre la mesa y cogemos las dos cartas centrales con la mano derecha , pulgar en el dorso e índice en la cara y hacemos dos movimientos, uno largo de muñeca para voltear las cartas y otro corto con los dedos para intercambiar su posición . Téngase en cuenta que este movimiento corto de intercambio, necesario para que funcione el juego es imperceptible para el espectador porque se realiza con naturalidad y además, es un movimiento corto tapado por otro movimiento largo, que es el de volteo de cartas.

Ahora, todas las rojas están en un lado y todas las negras en el otro, basta con que mostremos las tres cartas de un extremo y se comprueba que son del mismo color de la que está descubierta a su lado y lo mismo sucede con las otras tres del otro extremo. Pero no mostraremos inmediatamente las cartas que faltan, sino que siguiendo con la rutina según la cual lo que estamos haciendo es un experimento, decimos "pues si esperamos un poco, igual que cuando dejamos reposar el agua y el aceite...." y entonces ya mostramos las cartas y...."¡¡¡efectivamente, igual que el agua y el aceite, las cartas se han separado y se han ido cada una con su color.!!!"



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René Lavand nos da una versión diferente, o mejor dicho, varias versiones diferentes, ejecutadas de un modo asombroso, sencillo, increible, fantástico...